¿Cómo cambiar la duda por confianza?

Confiar en Dios

La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma;

El testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo.
El precepto del Señor es puro, que alumbra los ojos.
Los juicios del Señor son verdad, todos justos.
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
En guardarlos hay grande galardón.

Los mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón;

El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;

10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

11 Tu siervo es además amonestado con ellos;

                                                                               Salmo 19: 7-11

Ocasionalmente, todo creyente enfrenta ese momento de duda en su vida. Después de orar mucho tal vez no obtenemos la respuesta que quisiéramos, o comenzamos a tener problemas por ser obedientes a Dios, o la lluvia de críticas nos hacen dudar que estamos dentro del plan de Dios.

Cuando se presentan estas dudas en nuestras vidas, evidentemente comenzamos a tener problemas en lo espiritual.

Lo primero que se puede ver obstaculizado es nuestra comunión con Dios. Cuando nuestra fe es golpeada de inmediato aparece la inseguridad.

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos 1: 17

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Hebreos 11: 6

Nuestra vida de oración también se puede ver comprometida ante la duda. Debemos tener claro que lo imposible se vuelve posible para quienes creen en Dios.

21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.

Mateo 21: 21

Nuestro servicio en la obra del Señor puede decaer cuando dudamos. La obra del Señor es de una magnitud inmensa y nos han sido encomendadas tareas muy importantes a cada uno de sus hijos. La promesa es que el Espíritu Santo nos da las fuerzas para cumplir nuestra labor en la obra del Señor. Pero si dudamos no lo podremos hacer.

El Señor nos ha llenado de toda bendición espiritual. La duda nos aleja del gozo que Dios nos da y de la paz que solo en Él podemos experimentar.

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27

Confianza

El decaimiento espiritual puede ser causa de diversas fuentes: un pecado y el sentimiento de culpa; una visión corta de la obra de Dios; una confusión o falta de conocimiento sobre las verdades bíblicas. Si ha tenido estos problemas y la duda ha visitado su vida, le recomendamos seguir estos pasos:

En primer lugar, identifique la causa de la duda. De esta manera sabrá en que área necesita trabajar.

Recuerde un momento difícil que usted pasó en el que Dios fue su refugio y lo sostuvo hasta ser restaurado.

Reconozca una promesa o una de las cualidades del Señor que le marquen el sendero para regresar a la fe.

Nuestro anhelo es que el Señor lo siga bendiciendo y le de crecimiento a su ministerio.

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