La Iglesia: ¿Qué o quién? y ¿qué dice la biblia?
13 Viniendo Jesús a la
región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen
los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan
el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió
Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne
ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que
tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella.
¿Qué o quién es la iglesia?
Cuando se habla de iglesia es común
pensar en una definición de esa palabra que se encuentra alejada de su
significado bíblico. Se tiende a pensar en un local o edificio, un culto o
servicio en la mañana o en la noche, o hasta una reunión entre hermanos en la
fe. A la luz de las santas escrituras, sin embargo, “Iglesia” significa un
cuerpo de creyentes bajo la autoridad de su líder, Jesucristo.
18 y él es la cabeza
del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
De acuerdo con la Palabra de Dios, la
Iglesia tiene tres propósitos: adorar al Señor, ministrar a los creyentes y
alcanzar a un mundo incrédulo.
¿Qué dice la biblia acerca de la iglesia?
Cuando exaltamos al Dios vivo y glorificamos su
nombre, le demostramos a nuestro Padre que lo amamos y no hay nada mejor que
estar a su lado. El Salmo 100.2-4 nos anima a
“venir a su presencia con regocijo” y a “entrar por sus puertas con acción de
gracias... con alabanza”. Los cristianos debemos estar dedicados a Dios, tanto
de manera personal como congregacional. Enseñar y alentar a los hermanos en la
fe produce fruto espiritual en ellos.
24 Y considerémonos
unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
16 La palabra de
Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros
en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales.
Cuando a través de la enseñanza, exhortación y edificación el
Espíritu Santo llene sus vidas, entonces podrán dar a conocer las buenas
noticias de salvación en su propia casa y circulo de influencia: que, a través
del Hijo de Dios, no solo hay perdón de los pecados sino también vida eterna.
¿Qué debe hacer la iglesia?
Los cristianos deben reunirse con regularidad para
adorar, animarse, instruirse y alcanzar a quienes no conocen al Señor. ¿Está
usted trabajando en su congregación local para alcanzar estos objetivos? Si no
es así le invitamos a involucrarse el día de hoy en esta tarea primordial para
todo cristiano. Dios siga bendiciendo su vida y su ministerio.
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