¿Cómo ayudar a un hermano que ha tropezado?
La restauración de un hermano
1 Hermanos,
si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que
tú también seas tentado.
2 Sobrellevad los unos las
cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
3 Porque el que se cree ser
algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
Gálatas 6.1-3
Uno de los problemas mas delicados
que podemos observar hoy en día es la manera en cómo se acusa y se condena con
ligereza a un hermano que ha fallado hasta llegar al punto de hacer que las
personas se alejen cada vez más de los caminos del Señor al ver los ataques que
nos lanzamos entre hermanos. Sin embargo, la biblia enseña que es nuestra
responsabilidad como parte de la familia de Dios, acercarnos y restaurar aun
hermano que haya tropezado. El apóstol Pablo especifica que aquellos “que son
espirituales” deben restaurar a los que se han desviado. Cada cristiano que
vive bajo la dirección del Espíritu Santo debe de actuar con la actitud
correcta ante esta situación.
En primer lugar, la benignidad
debe de estar presente en nuestras vidas. Para que un hermano sea
verdaderamente restaurado no se requiere ser sumamente duro, estar airado,
juzgarlo o condenarlo. Debemos tener en mente que nuestro objetivo no es amontonar
dolor y culpa sobre alguien que está herido, sino misericordia y perdón (2 Corintios 2.5-8).
La humildad es fundamental es
este proceso. Aquellos que tienen una actitud de superioridad tienden a mirar
con desprecio a los demás. Como Pablo les escribió a los gálatas “considerándote
a ti mismo”. Alguien humilde está consciente de su propia vulnerabilidad por
esta razón puede ponerse en el lugar de la otra persona.
Para que está restauración sea
efectiva debemos tener amor hacia nuestros hermanos. El amor se
manifiesta cuando compartimos de forma voluntaria las cargas de los demás. Para
esto se requiere invertir nuestro tiempo, paciencia y oración a favor de las
personas.
¿Cómo reacciona usted cuando un
hermano cristiano tropieza? Uno de los rasgos humanos más despreciables es jactarnos
de nosotros mismos cuando otra persona falla. Roguemos a Dios para que nuestro corazón
esté lleno de compasión para amar y ayudar a nuestros hermanos que se han
alejado de Dios.
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