¿Por qué me suceden cosas malas?

¹⁸ Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.

¹⁹ Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?

²⁰ Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.

Génesis 49.18-20

Dios tiene el control de todo

¿Por qué suceden cosas malas? Es una pregunta que sin duda todos nos hemos hecho, sin embargo, no existen muchas respuestas satisfactorias, pero lo que si debemos de tener claro es que Dios tiene el control de todo lo que está sucediendo y tarde o temprano comprendemos su propósito.

Al joven José sus hermanos lo vendieron como esclavo, fue acusado de algo que no había hecho y tuvo que pasar un tiempo encerrado en una cárcel. Pero en el transcurso de su vida Dios estaba orquestando aquel plan divino que salvaría a toda una nación. Cuando su padre Jacob muere, sus hermanos pensaron que José se vengaría de ellos. Sin embargo, él ya había comprendido el plan de Dios.

Cuando nos encontramos en medio de una situación difícil tal vez nos resulte complicado no preguntar: “Dios, ¿por qué me pasa esto a mí?”. Algunas veces recibiremos una respuesta a nuestra interrogante, pero otras veces no. Lo que debemos de tener presente es que nada sucede por accidente. Tenemos la seguridad de que Dios “dispone todas las cosas para bien de quienes lo aman” (Romanos 8.28 NVI).

Ser capaz de ver de antemano que Dios encaminará todas las cosas para nuestro bien resulta ser muy difícil y a veces imposible para muchos de nosotros. Nuestra limitada mente humana no nos deja percibir el plan tan grande que Dios está llevando a cabo en nosotros. A pesar de todo esto, la perfecta obra del Padre se ve reflejada en todo, incluso en medio de nuestro dolor. Él convierte nuestro lamento en alegría y hace producir abundantes bendiciones de nuestras horas más duras.

Como hijos de Dios obedientes, tenemos que aceptar que a veces las cosas no tendrán mucho sentido y pareciera que todos los pronósticos estuvieran en nuestra contra. Sin embargo el profeta Isaías enseña que los caminos y pensamientos de nuestro Dios están muy por encima de los nuestros  (Isaías 55.9). Dios en su soberanía mira el panorama completo hermosamente culminado. Podemos estar seguros y confiados en que nuestro Dios tiene el control, sin importar que nuestro mundo parezca estar al revés. Que el Señor bendiga su vida y su ministerio.